Y es cuando más oscuro está,
cuando apareces para devorarme
para enredarme entre tus sombras,
para angustiarme y encogerme el corazón.
Y es cuando cierras las puertas,
para evitar que escape,
cuando intentas hacerme tuya. . .
y entonces te siento
navegando entre mi cuerpo,
erizando cada poro. . . recorriendo mi pensamiento
Y una vez dentro
entre risas susurras;
"No somos dos, sólo eres tú muerta de miedo".
Pero deberías levantarte y hacer frente a las sombras, aunque la oscuridad no te permita ver al enemigo que intenta asaltar tu pensamiento.
ResponderEliminarEn el fondo, es un enemigo cobarde y a poco que le asustes, huirá.