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30 de junio de 2010

Regresando al punto de partida



Tras toda una vida fuera regresaba con sus recuerdos al lugar que jamás pudo olvidar. El último trecho lo realizaban en tren, viajaba con su hija con la intención de enseñarle aquél lugar que muchos años atrás, cuando era niño, tuvo que abandonar con sus padres y hermanos para ir en busca de fortuna pues corrían malos tiempos. Quería que conociera el lugar más hermoso del mundo, para él así lo era, el sitio donde setenta y tres años atrás había nacido.
Pareciera ya estar oliendo aquellas flores que tanto abundaban en las afueras del pueblo...recordaba cada milímetro de las calles...a sus queridos amigos... y cada vez estaba más nervioso, más impaciente por llegar.

"Papá, en la próxima parada llegamos". El corazón le salía del pecho.
Unos minutos más tarde su hija anunció que habían llegado. Bajaron del tren y su semblante cambió.

"Ana...¿Qué es esto?".

"¡Papá!...¿No recuerdas?".

De sus ojos brotaron lágrimas y le contestó; "Hija, este lugar...no lo reconozco".

Ana entristeció, pensó que los años pasados habían nublado los recuerdos de su padre y que ni él sabía lo que estaba buscando. No se detuvo a pensar que el tiempo llega a arrasar con todo.

"Ana...sí,sí...mira".

Y su padre señaló aquella plaza, muy cambiada, en la que dio su primer beso a aquella chica que hacía más entretenidas las clases de matemáticas, la que tantas veces visitó en los atardeceres cuando se cansaba de oír a sus padres discutir por la falta de dinero...aquella en la que se escondía cuando sabía que recibiría un castigo cuando hacía una de las suyas...

"Todo ha cambiado hija, todo...pero sí, por fin he vuelto". Y las lágrimas volvieron a salir de aquél rostro marcado por el tiempo.

28 de junio de 2010

Impotente.


Y a veces me ahogo entre lágrimas cuando procuro solucionar aquello que me desborda. . .
quizás quiero arreglar demasiadas cosas imposibles. . . demasiadas. . . y me veo entonces tan impotente. . .
Pero aún así, no me queda más que secar la tristeza, mirar hacia delante y seguir intentándolo.





27 de junio de 2010

La dentadura del abuelo.



Totalmente embargada por la alegría tras ver el resultado final de su obra, Cristina colocó con cuidado su perfecto trabajo en la mesilla de noche, junto al vaso de donde la había sacado. De repente los ojos del abuelo se abrieron.


-"Cristina...¿qué haces aquí guapa?". Le preguntó su yayo cuando nada más despertar de su siesta la encontró a los pies de su cama.


-"Nada abue, tan sólo te contemplaba mientras dormías..." Dijo con cara de angelito mientras escondía detrás de su cuerpo menudo el pincel que aún goteaba pintura dorada, aquella que por la mañana había sido utilizada para pintar parte de los adornos de la verja del jardín.


Y Cristina se sintió de nuevo feliz e imaginó lo orgulloso que luciría su abuelo los nuevos dientes de oro de su dentadura postiza.

19 de junio de 2010

Paseando por la auténtica Túnez
























Sin duda un viaje que recomiendo, tanto por la belleza de los sitios turísticos, como por las zonas más humildes donde encontramos la verdadera cara del pueblo.

10 de junio de 2010

Hoy sólo hay nervios.


Hoy no os traigo ninguna historia, ningún cuento, ningún poema... no traigo nada que me gustaría de alguna forma recordar o alguna de las pequeñas cosas que me gustan. Hoy los nervios no me dejan pensar en nada y es que al fin vienen esos días de vacaciones que tanto ansiaba para desconectar de la rutina. Hoy todo son prisas, preparar los últimos detalles, revisar la maleta que creía lista y ya he abierto varias veces pues siempre encuentro algo que se me olvida... y luego están los nervios, ¿los había mencionado? je,je, creo que sí y es que como ya comenté en una de mis entradas, subirme al avión me da un poco de angustia, por no decir mucha. No acabo de acostumbrarme a ellos, será que me pasa lo mismo que a Carlos en el cuento anterior, que no me gusta sentirme sin suelo firme debajo... en fin por lo menos iré a secarme un poco bajo el sol, algo que aquí en Asturias es casi improbable que pudiera hacer esta semana con la lluvia que no cesa. Quiero aprovechar la ocasión para daros a todos las gracias por estar ahí y deciros que cuando vuelva pienso leer todo lo que hayáis publicado, ya os he dicho en varias ocasiones que es un placer pasarme por vuestros blogs y si algo voy a echar de menos estos días será leeros...
Aunque en principio me marcho dos semanas, una estaré en Túnez y otra en Alicante, tengo un día suelto entre un viaje y otro en el que subiré de nuevo a casa, intentaré colgar entonces algo y os echaré un vistazo.
Hasta entonces un beso a todos.

9 de junio de 2010

Mala suerte.



- "Carlos... ¿Vienes con nosotros?".

- "Pues claro, cojo la gorra y nos vamos".

Era domingo por la mañana, el tiempo acompañaba como venía haciéndolo toda la semana desde que llegaran al camping y los primos ya se habían levantado con ganas de ir a darse un baño.
A Carlos le gustaba ir con ellos al río, mojarse un poco y observar todo lo que allí podía descubrir.

-" Venga Carlos, aquí no cubre..."

-" No Luis, sabes que mi madre no me deja, además estoy bien en este sitio... ¿ves?". Con un palo luchaba con los juncos de la orilla.
No le importaba no saber nadar, él siempre decía que para el siguiente año aprendería, pero como todos los años era una excusa, le daba miedo meterse en el agua, le horrorizaba no llegar a pisar el fondo y no tener lugar donde apoyarse. Prefería quedarse y mirarlo todo... desde las libélulas hasta los graciosos zapateros que con sus patas ondulaban la superficie del agua...tiraba piedras con el fin de batir su récord de cuatro rebotes...se paraba a mirar los dedos de los pies cuando los sumergía en el agua e intentaba coger con ellos las piedrecillas más pequeñas.
Aquél día Carlos se puso a observar los renacuajos. Agachado con cara de quien acababa de descubrir un tesoro, pudo contemplar cómo entre la hierba había ejemplares adultos aún con la forma de la cola detrás. Le pareció increíble el que aquellos bichejos no sólo sabían vivir en el agua cuando eran pequeños, sino que además luego les salían patitas y se marchaban a explorar fuera de ésta.
Nervioso, quiso coger una rana...pensó que estaría bien llevarla a la caravana para enseñársela a su padre, quería mostrarle el tesoro y que así viera que también en la orilla del río uno se lo podía pasar bien, que no era tan importante saber nadar como él decía. La agarró con sumo cuidado y entre sus palmas sacó una de aquél lugar.

- "Luis voy a ver a mi padre, luego vengo..."

-" Valeee..."- y Luis siguió chapoteando con su hermano Lucas, el mayor.

Ilusionado, se dirigió a la parcela donde se encontraba su caravana. Nunca aquél trecho le había resultado tan largo, quizás debido a su forma lenta de caminar para llevar con todo el cuidado posible a la rana, la cual no paraba de revolverse en sus pequeñas manos haciéndole cosquillas.
Ya en la caravana Carlos llamó a su padre;

- "Papi, papi...mira lo que traigo".

- "¿Qué pasa enano?".

Al abrir las manos el niño no pudo articular palabra. La rana había muerto y en su intento de escapar se había roto una de sus ancas. Carlos empezó a llorar, sintiéndose culpable de su muerte. Entre sollozos le preguntó a su padre;

- "Pero... ¿porqué papá?...¡si la traje con cuidado!".

- "Ha tenido mala suerte... quizá no lo entiendas hijo pero la vida nos guarda momentos desafortunados, no los buscamos pero llegan sin más".

Aquellas palabras de nada le sirvieron, quería saber qué había hecho mal y tan sólo se encontró con palabras que le sonaban a hueco... a nada... así que decidió no volver al río, se quedó sentado, inmóvil y sin hacer nada, pues su padre le había dicho que todavía iba a tener un montón de momentos malos.


Hablando se entiende la gente... aunque a veces hay que asegurarse de no irse con una idea equivocada.

8 de junio de 2010

Cosas.



Y a veces me gustaría ser una niña, correr sin meta alguna, no preocuparme más que por lo que me toca para merendar, ver cien veces las mismas pelis de dibujos y reírme siempre de las mismas gracias...dormir plácidamente por las noches y soñar con que soy la reina de un país de dulces... volver a saltar las olas en la orilla de la playa, recordar que aunque nadie sabe donde está, hay un avión que lleva al cielo a los que se mueren... mirar debajo de la cama sólo por si acaso, llenar el cielo de pompas de jabón... y seguir pensando que desde la estrella que más brilla me mira alguien que me quiere... ¡Qué de cosas haría si fuera otra vez niña!.


7 de junio de 2010

Otro día dando al play






De repente parecía que el tiempo se había detenido, todo a su alrededor estaba como si alguien hubiera apretado el pause en la película. Ahí estaba él, y ahí estaba ella , idiotizada mirando cómo de su boca salían pequeñísimas partículas de saliva que iban a estrellarse sin mas remedio en su cara. "¡Dios!" pensó, "debería de sacar el paraguas para librarme del chaparrón de saliva y palabras que tan facilmente lanza"... y lo que en un principio había empezado con una bronca monumental ahora se convertía en una pequeña parada en la que ni el mínimo detalle se le escapaba, así después de observar aquellas partículas lanzadas cada vez que él articulaba palabra, ahora podía ver las órbitas de sus ojos casi a punto de estallar, la vena hinchada de su frente que incluso parecía tener vida propia, o incluso ver esos pelillos saliéndole por la nariz..."¡Puaj!, mi jefe valdría para hacer una película de terror, claro el sería el malo, qué si no... y yo la dulce doncella en apuros que..."

-"¿Me estás oyendo?"

En ese instante volvió a la realidad, el play había sido pulsado de nuevo.

-" Por supuesto señor encargado".

-"Estás despedida".

Ella cogió el cuchillo con el que deshuesaba los jamones y se acercó a él riéndose al ver como éste se refugiaba detrás del carnicero que atónito no paraba de decirle "tranquila, tranquila".

- "Que sepas ogro estúpido, que no te tengo miedo, ¿yo doncella en apuros? más quisieras...Ja,ja,ja... parece ser que el horrible monstruo se convirtió en gallina". Y así, dejando a carnicero y jefe, muertos de miedo, encogiéndose de hombros al no tener ni idea de lo que estaba pasando, se marchó dando punto final o en este caso poniéndole un The End a su segundo empleo del mes.
A saber qué película se habría montado en el geriátrico...

4 de junio de 2010

Algo...



"Es difícil explicar algo a quien no escucha, pero en cambio que fácil resulta a quien no entiende pero muestra interés".

3 de junio de 2010

La traición.



Sintió la fría cuchillada a la altura del corazón y aunque al principio hallara calor en el golpe, ahora gélida notaba cómo iba saliendo de su cuerpo aquello que por tanto tiempo la había sostenido en esta vida...no era sangre, si no amor...de repente, parecía que le habían arrancado de cuajo ese sentimiento enorme que ocupaba gran parte de su ser. Y mientras sus entrañas se encharcaban de tristeza, dentro, muy dentro empezó a crecer en ese mismo instante otro sentimiento, producto de aquella cuchillada traidora que no era más que el sucio engaño al que de improviso se vio metida cuando descubrió en aquella calle, en aquella esquina alejada de las miradas de los demás pero no en este caso de la suya, que no era ella la que lo besaba...y así mientras huía buscando un refugio donde digerir sus penas, después de tan fatal encuentro, empezó a mezclar aquellos dos sentimientos y combinó aquél que crecía a pasos agigantados con los restos del amor que aún insistían en agarrarse con fuerza al corazón... Amor- odio, mala combinación sin duda.



la mentira . . . la traición
el tiempo será quien la lleve
aunque engaña a mi razón
pues aún rotos mis sueños
aún perdura algo de amor
qué difícil es deshacerse
de tantos recuerdos,
del amor que nos
tuvimos, el que
sólo sentí
yo


2 de junio de 2010

Algo hermoso.


Una canción preciosa al igual que el vídeo... últimamente parece que no puedo evitar poner algo de música, y es que cuando salgo, cuando estoy sola o simplemente cuando tardo en dormirme, siempre hay alguna canción rondandome por la cabeza.

1 de junio de 2010

Ilusiones.



Mientras esperaba no paraba de repetirse que ya era demasiado tarde, que no vendría nada...que ya era vieja para escapar de los monótonos días que la seguían...pero dentro, en su solitario corazón aún se sentía como la niña que fue, aún deseaba mil aventuras recorrer, aún guardaba montones de besos que dar... y mirando sus canas soñaba.

Pero los días se volvían semanas, pasaban los años y ella empezó a cansarse de esperar, de llevar la maleta de sus ilusiones a cuestas, de quedarse en la estación deseando que vinieran a buscarla... y así como todos los días se preparaba pensando que todo cambiaría, así regresaba a casa... con el mismo corazón vacío y la misma maleta vieja... diciéndose siempre; "Quizás mañana corazón, quizás mañana".