
Le parecía que todo se había roto de repente, no hacía ni medio minuto que su madre la gritaba y ahora ésta yacía en el suelo de la cocina. Inmóvil la miraba esperando a que alguien apareciera y rompiera aquél horrible silencio...de pie parada bajo el marco de la puerta, abrazada a su muñeca.
Cuando llegaron todos e intentaron reanimarla, ella dio un paso atrás, dirección al pasillo. Allí acercó la vieja muñeca de trapo a su cara, se limpió la única lágrima que había derramado y le dijo en voz baja;
"Yo nunca te gritaré".
"Yo nunca te gritaré".
Durisimo!!! todavia no salgo del bloqueo, lo leo y releo y me cuesta asimilar semejante momento.
ResponderEliminarHay, nena, me has dejado helada en pleno agosto...
ResponderEliminarSu, jope...y que bien lo has escrito.
Un saludo maja.
Estremecedor, pero tan real, por desgracia. Me gustan estas historias que insinúan muchas cosas sin necesidad de plasmarlo en largas frases.
ResponderEliminarUn saludo.
Impactante este relato, real y duro también. Es horrible que estas cosas pasen y que haya niños que pierdan tanto...
ResponderEliminarBs
Su, la muñeca de trapo aún le da un aire más aterrador al relato. Sabes emocionarnos.
ResponderEliminarBesos wapa.
Me encantó llegar...
ResponderEliminarBonito y con impacto.
ResponderEliminarSí, sorprende el final... la niña le evitara a su muñeca el mismo sufrimiento.
ResponderEliminarla música muy apropiada.
su, me ha gustado mucho... Un besote fuerte!
ResponderEliminarAsi hago con mi oso celeste,
ResponderEliminarbesotes
Es espeluznante! Buena elección, Su
ResponderEliminarAbrazos
Jamás olvidaré este micro. Excelente elección
ResponderEliminarSaludos cordiales
Me he quedado como la muñeca de trapo. Sin palabras. Saludillos
ResponderEliminarSobrecogedor, Su... ese "yo nunca te gritaré.." tiene un efecto demoledor.
ResponderEliminarUn beso...
Bien la intriga, por alguna razón lo he releído, ahí está todo, pero hay que descifrarlo.
ResponderEliminarBrutal, Su. Es un relato que causa un impacto difícil de evitar. Un abrazo y suerte en la reunión.
ResponderEliminarTriste :( cuando era pequeña hice una promesa similar...pero al tener mis propios hijos pude comprender además de a los pobres niños....a las pobres madres. Me gustó mucho, felicidades :)
ResponderEliminarClásico. ;) Un abrazo
ResponderEliminarHe vuelto para decir que no necesito releer el micro porque, como te dije en el primer comentario, es inolvidable.
ResponderEliminarHola Su, felicitaciones nuevamente.
ResponderEliminarQuería invitarte a que pases por mi blog y leas la narración homenaje a todos los compañeros de anónima: http://azullavable.blogspot.com/2010/10/ejercitando-la-derrota.html
Saludos
Julio
Y lo peor de todo es que es cierto.
ResponderEliminarSaludos
Ufff, es de los que llegan, llegan dentro del alma y comparten la única lágrima. Inmensamente perfecta.
ResponderEliminarBesos y enhorabuena