Quién dijo que las cosas serían fáciles,
que no te echaría de menos y que el tiempo lo borraría todo.
Quién pensó que te lloraría sólo unos días,
que sería mejor olvidarte, dejarte atrás. . . enterrarte.
Y el tiempo pasa, despacio muy despacio cuando recuerdo el ayer,
cuando imagino tus besos, nuestros momentos
aquellos en los que no había palabras, sólo miradas. . . tus ojos, tu piel.
"Te dejé marchar
y las olas no te traerán aquí,
pero yo te esperaré. . . en la orilla,
aunque tú. . . tú no volverás jamás".
Que bello y a la vez tan triste....
ResponderEliminarUn abrazo fuerte querida amiga.
Gracias Luz, un abrazo para tí también.
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