Hoy leyendo el periódico me encontré con una noticia de lo más curiosa;
El Ministerio británico de Escuelas, Infancia y Familias ha decidido permitir a sus docentes el uso de fuerza cuando la situación se haga insostenible en las aulas. La nueva normativa contempla "el uso razonable de la fuerza" en tres supuestos bien definidos: cuando los profesores vean peligrar su propia integridad física, para prevenir que los alumnos se hagan daño entre sí, o cuando éstos interrumpan o perturben el desarrollo normal de la clase.
La verdad es que al leerlo me quedé boquiabierta, pensé que era una barbaridad, un paso atrás hacia otros tiempos donde ese tipo de castigos eran habituales en las aulas. . .y aunque hoy en día existan alumnos demasiado conflictivos, no encuentro cómo se puede llegar a los extremos de usar violencia para erradicar los comportamientos violentos de dichos alumnos. A este paso, los profesores ingleses aparte de sacar sus respectivas carreras tendrán que hacer cursillos de cómo saber pegar tortas al alumnado. . . realmente increíble.
Con esta noticia vuelven a mi recuerdos de la infancia, en mi colegio había un profesor al que todos teníamos miedo pues sus castigos no eran los típicos de hacerte quedar media hora más en clase al toque del timbre a la salida, a éste le gustaba amenazar con quitarse el cinturón y darte con él si le contestabas o te portabas mal, eran amenazas que se quedaban ahí y no pasaban a más. Lo que sí hacía era pegar con su regla de madera, esa que nunca olvidaba, mandaba juntar los dedos y ¡ZAS!. . . por suerte se retiró o lo retiraron pronto.
Permiteme dudar del asunto de la regla. No tienes el tiempo suficiente como para haber vivido esas cosas.
ResponderEliminarNo dudes, pues aunque parezca mentira sí lo viví, mi hermano tres años mayor también lo recuerda pues tuvo el mismo profesor...y seguro te diría muchas más cosas que yo.
ResponderEliminarUn cura de mi colegio usaba eso de la regla. Pero peor es el maltrato psicológico, había verdaderos tarados dando clase.
ResponderEliminarAquel terrorífico profesor de dibujo técnico... Temblábamos antes de entrar al aula.