Poco a poco, disimuladamente aparecieron las lágrimas, y avergonzada por miradas indiscretas optò por esconderse detrás de un pañuelo, giró la cabeza y aunque intentó frenar la salida de aquellas que la habían delatado lo estropeó aún más, pues ahora ya no sólo salían más rápido sino que además empezaría a sollozar. Fue entonces, cuando al esconder el rostro tras sus manos oyó una voz que dijo;
"¿Qué te pasa?"
No quiso contestar, ahora a su sentimiento de tristeza se le añadiría otro. . .el de soledad.
Pero... ¿La soledad no la busca ella misma al no querer contestar y esconderse?
ResponderEliminarAunque se escondiera para no mostrar su sentimiento,quizá pensó que entenderían su tristeza, y al ver que nadie lo hacía se sintió sola.En ocasiones no hace falta preguntar para saber el porqué de unas lágrimas.
ResponderEliminarMuchas veces nos gustaría que los demás estuviesen pendientes de lo que sentimos en nuestro interior pero... la mayoría de la gente no repara en esas cosas...
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