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7 de marzo de 2010
La ciudad residencial de Perlora
Cuando era pequeña, muchas fueron las ocasiones en las que íbamos a Perlora a comer. Esperábamos a que mi abuelo acabara de trabajar (pues era el fotógrafo de los comedores de la residencia) y después comíamos debajo del comedor central. Me gustaba pasar los días de verano allí en compañía de la familia, comíamos, dábamos un paseo por la playa de Huelgues, mirábamos cómo jugaban a los bolos detrás del bar merendero La Cabaña, y cómo no, nos tomábamos un helado. Años más tarde me tocaría pasar allí varias concentraciones con la selección de voley. . . eran otros tiempos. Ahora la residencia está destruida y los chalets abandonados. . . es como si se hubiera transformado en una ciudad fantasma .
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La decadencia de Perlora empezó cuando alguien en un despacho decidió derribar la Residencia. Tirar un edificio para no hacer nada en el solar es un despropósito.
ResponderEliminarSí lo es, y es que el lema de esos que están en un despacho pareciera que fuese destruir y no recuperar. Estoy cansada de ver como aquí, en Candás están desapareciendo lugares, que en su día fueron importantes, para construir algo que nada tiene que ver con el antiguo pueblo marinero. Para bien o para mal todo cambia, esperemos que en Perlora aunque sea tarde cambie para bien.
ResponderEliminarEs una pena que ya Candás haya perdido rincones con tanto sabor como Casa Pano, o mucho antes la casa de los Valdés o el chalet de Alfageme. Y de lo poco que queda, mucho está arruinado como el chalet frente a la iglesia de San Félix, o la casona que está un poco más arriba a mano izquierda, saliendo hacia Luanco.
ResponderEliminarContinuo con los despropósitos.Las antiguas escuelas, y no solo el chalet de Alfajeme,si no la fábrica con su fachada considerada una joya, el kiosco de la Baragaña, la primer biblioteca, la fábrica que dejaron caer al primer soplo de viento. Así un sin fin de etc.etc.
ResponderEliminarVergüenza les tenía que dar a los políticos tener la ciudad residencial de Perlora como la tienen, yo que la conocí en sus buenos tiempos y la veo ahora es que me entra una especie de rabia y pena que prefiero ir por alli.Asi me evito un "berrinche". Creo que los ciudadanos de a pie deberiamos hacer algo contra este abandono, no sé lo qué, una asociación si no existe ya, pero no quedarnos de brazos cruzados lamentandonos. Maria
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