El pasado año volví a la Alhambra, sin duda uno de mis lugares favoritos. Deseaba ver los jardines en primavera con el colorido de sus flores, oír el sonido del agua de las fuentes, sentir la magia de las estancias. . . es preciosa. Y aunque debería ser un sitio que me trajera malos recuerdos, pues me perdí allí de niña, siempre espero volver y disfrutar de todo su entorno.
" Y aquél guarda me cogió en brazos y me dijo que no me preocupara que el moro me ayudaría a encontrar a mis padres, y que si estaba atenta podía escuchar como este vagaba por la Alhambra. Una vez pasada la aventura, mi madre me explicó lo que me quiso decir, pues no lo había entendido, poniéndome una canción de los Puntos que hablaba de un rey moro;
Dicen que es verdad, que su alma esta encantada por perder un día Granada
y que lloraba. Cuando el sol se va, se le escucha hablar, paseando su amargura por la Alhambra, recordando y llorando por Granada".
De la última visita me faltó tiempo, los guias iban a contra reloj, nos llevaban al galope, así que opté por no atender a las explicaciones y ser la más rezagada. . . me llevé unas cuantas llamadas de atención " el grupo debe permanecer unido", pero también las mejores fotos. Aún así, con poco tiempo, volvería de nuevo.
Yo conocí la Alhambra a través de los relatos de Washington Irving. A pesar de su visión excesivamente idealizada por el romanticismo, es un buen comienzo.
ResponderEliminarDespués estuve allí físicamente en el viaje de estudios de 8º y me enamoré del lugar y la ciudad. No he vuelto más, es mi viaje pendiente.
Aún recuerdo el susto que llevamos al echarte en falta. Cuando somos muchos, los unos nos fíamos de los otros y sucede lo de "solo en casa". ¿Te acuerdas de los colores de los peces del estanque donde te quedaste?
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