No me eches al olvido por William R.

Hoy después de tiempo sin entrar, tengo el gusto de dejaros con alguien al que es un auténtico placer leer y que dice haberse inspirado en mi blog para crear este poema. Su nombre es William y su blog, que sin duda recomiendo, "Mi historia entre tus dedos".

No me eches al olvido.

Tengo miedo al olvido
a los besos perdidos
los te amos reprimidos
los abrazos muertos de hastió

Tengo miedo a tu olvido
a ser ayer y pasado
a que la rosa sembrada
en el refugio de tu vientre
un día muera de frió

Tengo miedo a tu olvido
a ser simple materia inerte
miedo a que no me recuerdes
miedo a no volver a verte

Tengo miedo al olvido
de esos suspiros complices
en nuestras noches plenas de amor
de antes y de siempre.

Tengo miedo a tu olvido
y aunque me encuentre alicaído
y sombrío no me eches al olvido.

Intento olvidarte.

Intenté tapar todos los recuerdos,
las noches, el deseo,

aquél aroma de tu cuerpo,

tu torso desnudo

contra mi pecho,

tus labios perdiéndose

por mi cuello,

tus manos,

mis manos,

las noches de luna

sobre la hierba,

los baños fugaces desnudos,

la arena...

Más ya ves, no lo consigo,

sigo pensándote,

sigo buscándote,

engañándome con que será el tiempo

el que me haga ignorarte,

taparte, sacarte de adentro,

y vuelvo a engañarme pensando que puedo

dejar de quererte cuando no quiero.

La traición.

Sintió la fría cuchillada a la altura del corazón y aunque al principio hallara calor en el golpe, ahora gélida notaba cómo iba saliendo de su cuerpo aquello que por tanto tiempo la había sostenido en esta vida...no era sangre, si no amor...de repente, parecía que le habían arrancado de cuajo ese sentimiento enorme que ocupaba gran parte de su ser. Y mientras sus entrañas se encharcaban de tristeza, dentro, muy dentro empezó a crecer en ese mismo instante otro sentimiento, producto de aquella cuchillada traidora que no era más que el sucio engaño al que de improviso se vio metida cuando descubrió en aquella calle, en aquella esquina alejada de las miradas de los demás pero no en este caso de la suya, que no era ella la que lo besaba...y así mientras huía buscando un refugio donde digerir sus penas, después de tan fatal encuentro, empezó a mezclar aquellos dos sentimientos y combinó aquél que crecía a pasos agigantados con los restos del amor que aún insistían en agarrarse con fuerza al corazón... Amor- odio, mala combinación sin duda.

la mentira . . . la traición

el tiempo será quien la lleve

aunque engaña a mi razón

pues aún rotos mis sueños

aún perdura algo de amor

qué difícil es deshacerse

de tantos recuerdos,

del amor que nos

tuvimos, el que

sólo sentí

yo

A tu lado.

Y cada vez que estás cerca, me haces sentir tantas cosas...

que al día le faltan horas,

la noche también es corta,

transformas los días grises,

y me haces sentir tonta,

enamorada, feliz,

graciosa, niña,

mujer, princesa

e incluso por ti loca...¡ay cada vez que estás cerca!

Y qué feliz es uno cuando tiene esa cara tonta de enamorado...

El corazón decide.

Y hoy vuelvo a pronunciar

aquellas palabras que decidí no decir jamás.

Y hoy vuelvo a sentir

lo que quizá un día pretendí olvidar,

y es que el corazón es quien manda,

el que alborota los sentimientos,

el que unas veces observa y calla

y otras grita cuando ama.

Volver.

Lucha para salir de las sombras,

para escapar de las que ha conocido,

piensa que es hora de irse,

de retomar nuevos caminos. . .

pero tiene miedo,
cree que ya es tarde.

que ya no hay nada,

que no habrá fuerza que de allí lo saque.

Entonces piensa. . .

y recuerda aquellos días,

aquellos los de antes,

cuando no existían sombras

ni nada que le hiciera sentir cobarde...

Y llorando se levanta decidido a dar el primer paso,

aquél que hace tiempo debía haber dado,

y a cada paso se vuelve más valiente,

y las sombras más tenues,

la sonrisa vuelve a su boca

y las lágrimas desaparecen.

Lo más duro siempre es el primer paso.

Intento olvidarte.

Es tonto recordar

momentos perdidos

que el paso del tiempo

se empeña en borrar,

historias pasadas,

anhelos del alma

que en tristes momentos

vuelvo a idealizar.

. . . Y guardaré tus recuerdos,

aún sabiendo que tú no lo haces,

los alojaré en el estante

que tu ya sabes,

ese que según pasa el tiempo

se tapa con otras cosas,

y olvidaré nuestra historia

porque vendrán otras. . .

. . .sí . . .no sé, quizá vengan otras,

quizá llegue el día que deje de ser tonta.

Un día perfecto

Hoy me he levantado de buen humor, ilusionada, con ganas de hacer un montón de cosas, y aunque el día hacía presagiar que mi ánimo se teñiría del color gris de las nubes que amenazaban con lluvia, hoy a pasado todo lo contrario. He salido a la calle, he paseado por la playa, he sentido la fina lluvia en mi cara, y en mi recorrido inexplicablemente hasta tarareaba una canción, cosa que ya es raro en mi. . .

Hoy he vuelto a soñar contigo, he vuelto a sonreír a solas . . . hoy me tocaba ser feliz.

A mi mente volvió el recuerdo

nuestras noches de verano,

y soñé tener de nuevo

tu lengua entre mis labios,

tu cuerpo desnudo cerca

y mi piel entre tus manos. . .

Entre las calles

En ocasiones me gusta perderme, apartarme de lo cotidiano, ver caras nuevas, sitios nuevos. . . para ello no necesito ir muy lejos, basta con una dirección distinta, una calle diferente, o una ciudad cercana. . . donde mis pasos me conduzcan a un no sé que sitio donde todo será nuevo para mis ojos. Y mientras me pierdo, mientras observo, me gusta ordenar mis pensamientos.

Son caminos nuevos los que trazo

en un instante determinado

los que ordenan por momentos

mi pequeño yo descolocado,

y mientras mis perdidos pasos

me conducen entre las calles,

sueño, imagino, siento,

y sobre todo. . . recuerdo.

Sí. . . me gusta perderme de vez en cuando.

Ausencias

Cuando las mejillas se llenan de lágrimas

al recordar momentos del pasado

en los que imperan los suspiros

y pasean por la retina visiones de un ayer lejano

comprenderas que jamás podrás echar al olvido

a aquella persona que tanto amaste.

Y cada lágrima derramada

demostrará lo que te quise,

que el corazón te extraña

y solloza el alma,

que en mi memoria siempre tendré varadas

las imágenes del ayer,

tus ojos, tu sonrisa

tus manos ,tu cara.

Que nunca olvidaré

cada una de las cosas

que me hicieron quererte,

ayer cuando estabas,

hoy en tu ausencia

e incluso mañana . . .

Para aquellos que sufren en determinados momentos de la vida la ausencia de un ser querido.

Desde la orilla

Quién dijo que las cosas serían fáciles,

que no te echaría de menos y que el tiempo lo borraría todo.

Quién pensó que te lloraría sólo unos días,

que sería mejor olvidarte, dejarte atrás. . . enterrarte.

Y el tiempo pasa, despacio muy despacio cuando recuerdo el ayer,

cuando imagino tus besos, nuestros momentos

aquellos en los que no había palabras, sólo miradas. . . tus ojos, tu piel.

"Te dejé marchar

y las olas no te traerán aquí,

pero yo te esperaré. . . en la orilla,

aunque tú. . . tú no volverás jamás".

Emociones

Sentir el roce de sus labios,

la frescura de su piel,

entrelazar nuestras manos,

respirar a la vez. . .

Oír juntos nuestros latidos,

añorarte cuando no estés,

escribir tu nombre mil veces,

jamás dejarte de querer.

. . . Sí, la primavera ha llegado.

Miedo

Y es cuando más oscuro está,
cuando apareces para devorarme
para enredarme entre tus sombras,
para angustiarme y encogerme el corazón.
Y es cuando cierras las puertas,
para evitar que escape,
cuando intentas hacerme tuya. . .
y entonces te siento
navegando entre mi cuerpo,
erizando cada poro. . . recorriendo mi pensamiento
Y una vez dentro
entre risas susurras;


"No somos dos, sólo eres tú muerta de miedo".

Sin alas

"Y a veces me siento encerrada,

casi sin aire,

como pájaro sin alas,

deseando sólo poder echar a volar.

Pareciera en ocasiones olvidada. . .

abandonada a una suerte caprichosa,

que en ocasiones como ésta

pareciera esquivarme. . . dejándome sola

en esta jaula de finos barrotes de cristal".

A mi ángel

" Recuerdo tus ojos brillantes,
tu piel morena, tu olor. . .
Recuerdo tus manos grandes
y tu sonrisa amable,
y las lágrimas corren al recordarte.
Recuerdo aquellos tus sueños que nunca fueron,
y aquella voz que tanto anhelo,
oye cuanto te quiero,
que hoy y siempre te recuerdo,
que siempre te echo de menos,
y aunque seas tú mi ángel allá en el cielo,
a veces me gustaría que estuvieras aquí
y no tan lejos. . .
Recuerdo. . . te recuerdo y sueño."

Los sueños

"Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada granos de arena dorada.
¡ Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mi este lamento:
¡ Oh Dios ! ¿ Porqué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡ Oh Dios ! ¡ Si yo pudiera
salvar uno de la marea !
¿ Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño ?"

( Fragmento de "Un sueño" de Edgar Allan Poe )