Seguidores

24 de marzo de 2011

Intentando respirar.

Que siempre había sentido eso de venirse el mundo encima no era un hecho aislado, pues cada noche tenía la misma sensación, se apagaba la luz y de repente se veía en medio de cien mil cosas que le apretaban dejándolo sin respiración. En la siguiente jornada todo había pasado y volvía a respirar un poco más... Creía que con el tiempo se curaría pero no fue así, ni siquiera cuando más feliz estaba con su "y comieron perdices" su mundo dejó de caerse... aquello fue peor. No volvió a respirar más hasta después de unos años... y para entonces el todopoderoso había cambiado, ya no tenía la voz grave y le gustaba leer por las noches, para entonces el todopoderoso era alguien completamente diferente, alguien que pensaba que era mejor ir arrancándole partes de su vida para hacer aviones con sus pequeñas manos.

18 comentarios:

  1. ¡Qué agobio! ¡Cuantas veces he tenido esa sensación de que el mundo se me viene encima! Y para nada, para pasar agobios y ansiedad; vale más no dar más importancia a las cosas que la que realmente tienen.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  2. Las cosas más sencillas son las que con el tiempo se vuelven extraordinarias. Sobretodo cuando para salir a la superficie has tenido que pisar el fondo.
    Muy bueno su, me gustó.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Porque será que en parte me veo reflejado en esa sensación... por suerte no siempre, pero el texto es mas real de lo que parece. Muchos besos linda.

    ResponderEliminar
  4. Upssss... ¿no me avisáis de que no tenía título?jajaja. Gracias rubo, bicefa y Suso por vuestros comentarios, un beso ;)

    ResponderEliminar
  5. Esto me recuerda a mis pesadillas de niña, cuando para conciliar el sueño primero tenía que superar el miedo.
    Salud.

    ResponderEliminar
  6. Los agobios nocturnos cuando la oscuridad nos presiona de tal modo que nos impide respirar, desaparecen con las claras del alba pero el mal rato te lo has tragado

    Como siempre amiga: ¡Estupendo micro!
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Comprendo perfectamente a tu protagonista, de niña soñaba que una ola gigante se levantaba frente a mí.

    Luego la vida compensa, el agobio está, pero también la fortaleza para superarlo.

    Un abrazo, Su

    ResponderEliminar
  8. Que feas las pesadillas no?
    cariños

    ResponderEliminar
  9. Las pesadillas son feas, pero creo que peor aún es enfrentar la catarata de miedos, estando concientes en la oscuridad de la habitación...
    EXCELENTE mi querida SU! Una demostración más de tu enorme talento. Besos enormes!

    ResponderEliminar
  10. No hay peor cosa que la noche para que todos los problemas del día se nos echen encima y nos impidan respirar. Lo peor en esos casos, descubrir que todavía faltan horas para el amanecer.
    Besitos

    ResponderEliminar
  11. Dan ganas de cerrar los ojos y dormir muchas horas...
    Un beso

    ResponderEliminar
  12. TENEMOS TANTOS AGOBIOS DIARIOS,QUE SE TRASNFORMAN EN UNA PRESIÓN NOCTURNA DESAGRADABLE Y ANGUSTIOSA...Y.NO NOS DAMOS CUENTA QUE TENEMOS QUE APRENDER QUE HAY QUE DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS COSAS, ME HÁ ENCANTADO SU.UN BESO MUY FUERTE GUAPA,

    ResponderEliminar
  13. El tiempo no cura si lo que buscamos es inaccesible, una ilusión o simplemente no existe.

    Besoss

    ResponderEliminar
  14. Hola mi querida su, paso a saludarte y a desearte un lindo fin de semana, por el momento me encuentro algo ausente por el trabajo, pero ya vuelvo pronto.
    un beso

    ResponderEliminar
  15. Creo que sé quien es "su todopoderoso". La clave está en el "comieron perdices". Creo.
    Besos, Su.

    ResponderEliminar
  16. Muy onírico... Un buen final para una historia ese convertirse en aviones de papel.
    Ahora casi me da angustia cerrar los libros, jeje.
    Un abrazo de papel

    ResponderEliminar
  17. El mundo en ocasiones se nos viene encima y sentimos esa agonía de no poder respirar, la imposibilidad de poder salir a la superficie.
    Pero a pesar de ello, somos animales de costumbre y viendo como se suceden los años, seguimos apegados a lo que tenemos, aunque implique ir vertiendo la vida en pequeños aviones de papel.
    Magnífico, un texto que encierra mucho
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Esa sensación de por las noches la conozco. La parte del todopoderoso con sus pequeñas manitas me encanta...
    Un abrazo

    ResponderEliminar