
Cansadas de que todo el mérito lo llevaran los tigres, las pulgas acróbatas se pusieron en huelga. No acababan de comprender por qué no se les reconocía su trabajo y deseaban ser tratadas por igual... ¡A ver quién las sustituiría en el número de atravesar el arco de fuego a lomos de los felinos haciendo piruetas!.
Esta pequeña historia participa en la reunión de micros de "Diario de Anonima Mente", que en esta ocasión tiene de tema "EL CIRCO"...buenas reuniones las de dicho blog.
ResponderEliminarSiempre me han hecho mucha gracia las pulgas acróbatas, es de lo que más me gusta del circo, sin duda!!!
ResponderEliminarHola Anita ahora me paso a verte que creo que también participas.
ResponderEliminarPues es una historia cortita y graciosa.
ResponderEliminarBesos wapa.
Yo nunca ví a las pulgas acróbatas me contentaba con admirar a las garrapatas malabaristas.
ResponderEliminarSimpático posteo.
Los pequeños tienen todo el derecho a reivindicar lo suyo, claro que sí.
ResponderEliminarSaludos.
¡Ya va siendo hora de que se las mire de igual a igual! Metafóricamente hablando, ¿no pasa algo semejante el la vida real?
ResponderEliminarBesos con mimo.
Ha quedado gracioso el micro, es el que más ternura me ha despertado. Un abrazo.
ResponderEliminarJusto en el punto. Me hace sonreir.Saluditos Su.
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