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31 de diciembre de 2010

Se acaba el año.


¿Ya tenéis preparadas las uvas?... Os deseo un feliz 2011 a todos.

18 de diciembre de 2010

Hoy no cuento ninguna historia, hoy soy yo... Susana.

Hoy una llamada por la mañana me rompía el corazón, "alguien" ayer con sus prisas dejaba tirada en el suelo rota en pedazos a mi hermana, sola en el frío y mojado asfalto del paso de peatones que está cerca de su casa... el atropello la deja con un hombro destrozado (los médicos hablan de ponerle una prótesis), una pierna rota y la cabeza magullada con dos golpes...

Espero que sepáis comprender que ante tal situación, estos días estaré un poco desenchufada del ordenador, voy a intentar estar a su lado lo máximo posible animándola y observando su evolución. Publicaré el día 26 en El Microrrelatista y hasta Enero no volveré a escribir en mis blogs, así que si no os "veo" antes del fin de año, os deseo que paséis unas felices fiestas. Gracias por estar ahí y un beso a todos.

17 de diciembre de 2010

Efluvios incontrolados.



- "Y la última...a vuestra salud"- dijo ella.
Al acabar la copa de vino empezó a ver las cosas de distinta manera, la lengua se le enredaba al hablar y le sobraba hasta el abrigo .
- "Parece que no sabes comportarte en ningún sitio... no me hagas esto... Carla, Carla... ¿no me oyes?".
Claro que lo oía, estaba cansada de oírle pero qué mejor que una celebración para emborracharse, dejarse llevar por los efluvios del alcohol y olvidarse de un perfectísimo marido que ya en la comida le había llamado la atención por beber demasiado.
Cuando la mujer del hijo del difunto, bebió el vino y devolvió el cáliz al atónito cura, no se le ocurrió otra cosa más que cogerle el micrófono y...
- "Laureano, suegro... esta va por ti"- y ponerse a cantar "Adiós con el corazón".


13 de diciembre de 2010

Extinción a bordo.


"Sigue lloviendo... las provisiones hace días que se terminaron y los carnívoros se empiezan a poner demasiado nerviosos. Señor espero que sepas darme pronto una señal". Una vez escrito esto, el hombre se levantó y se dirigió a una de las jaulas de los herbívoros. Aquella noche la cena se serviría poco hecha.