
-"Demasiado lenta"-dijo el monstruo abalanzándose sobre ella -"demasiado lenta...."- repitió mientras masticaba ya una parte de su cuerpo.
Lo último que le vino a la mente antes de morir fue la imagen de su antiguo profesor de gimnasia riéndose de ella por acudir a las clases con chandal y zapatos de tacón.
¡Ufff! Qué mal rollo.
ResponderEliminarEspero que a la buena de LLonxana no la devore ningún monstruo, al menos no de esa clase, y que por supuesto siga aquí dando la lata por mucho tiempo.
¿Chandal y tacones? Lo siento, pero no lo veo, me cuesta creerlo. No obstante no tendría inconveniente en perdonar tal ofensa a los sagrados mandamientos del "INEF".
Besucos.
Su, me ha sorprendido lo de los tacones, y me hace soltar una risa. la foto ideal para el caso.
ResponderEliminarBesos wapa.
Menuda historia, no eres nadie exagerando.
ResponderEliminar“Un besín”
ay esa imagen que has puesto va perfecta con esa historia, me dieron miedo esas caras :)
ResponderEliminarun beso su
Ja,ja,ja...Su, yo también me he quedado paralizada con el chandal y los tacones....
ResponderEliminarUn abrazo maja.
A esto llamo yo un cuento corto pero directo, por suerte nunca fui de tacones a gimnasia.
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